¿Por qué mi gato bebe mucha agua?
Antes bastaba con llenar el cuenco de agua de tu gato una vez al día. Pero ahora lo llenas dos o tres veces al día, y tu gato corre a beber cada vez que abres el grifo.
¿Qué está pasando? ¿Es normal que los gatos mayores beban más agua? ¿Hay alguna enfermedad que deba preocupar?
Aquí te explicamos por qué tu gato puede estar bebiendo más agua de lo habitual y cuándo deberías acudir al veterinario.
¿Cuánta agua deben beber los gatos al día?
Antes de saber si tu gato está bebiendo más de lo normal, necesitas saber cuál es el rango normal de consumo diario de agua para un gato. Los gatos suelen beber unos 110 ml de agua por cada 2,5 kg de peso corporal. Así que un gato de 4,5 kg suele beber unos 225 ml de agua al día.
Los gatos más grandes y muy activos beben más que los gatos más pequeños o inactivos. Algunos gatos, por naturaleza, no beben mucho, mientras que otros lo hacen con más frecuencia. Lo importante es observar cualquier cambio en el consumo de agua. ¿Aumenta o disminuye a lo largo de semanas o meses? Un cambio en sus hábitos puede ser motivo de preocupación.
Factores que influyen en cuánto bebe un gato
El factor más importante que influye en la sed es el cambio en la dieta, especialmente si se cambia de alimento seco a húmedo o viceversa. Los gatos que comen pienso seco beben más para compensar la falta de agua en su dieta. Por otro lado, la comida húmeda contiene mucha agua, por lo que los gatos tienden a beber menos.
Los gatos también pueden beber más cuando hace calor. Esto debería normalizarse una vez que la temperatura baje. Si hace calor o está seco, puedes probar con un humidificador para ayudar a tu gato a mantenerse fresco y reducir su necesidad de beber más.
Cómo controlar cuánto agua bebe tu gato
Determinar cuánta agua bebe tu gato puede ser complicado, especialmente si hay varias fuentes de agua o varios animales en casa.
La forma más fácil de controlar el consumo es usar un solo cuenco y una taza medidora. Por la mañana, limpia el cuenco y llénalo con una cantidad medida de agua. A la mañana siguiente, mide cuánto queda y réstalo del valor inicial para calcular cuánto ha bebido.
También puedes comprar un cuenco con marcas de medición o una fuente inteligente para gatos que registre la cantidad de agua que se consume.
También es importante observar el comportamiento del gato en el cuenco. La mayoría de los gatos beben cinco o seis veces al día. Controlar la frecuencia con la que visita el cuenco puede ayudarte a notar si bebe más de lo habitual. Puedes instalar una cámara para mascotas para observarlo.
Recuerda también que lo que entra debe salir. Podrías notar bolas de orina más grandes de lo habitual en el arenero, ya que tu gato orina más. De hecho, la primera señal de un problema podría ser que el arenero se llene más rápido y las bolas sean más grandes o pesadas. Si notas esto, contacta con tu veterinario y comienza a registrar el consumo de agua.
¿Por qué mi gato bebe tanta agua?
Existen varias causas comunes por las que tu gato podría tener más sed de lo normal:
Problemas renales
La causa más común por la que los gatos mayores beben y orinan en exceso es que sus riñones comienzan a fallar. Los riñones filtran la sangre y producen orina. Con la edad, la función renal se reduce. Parte del agua no se filtra correctamente y se elimina como orina. Esto provoca deshidratación.
Esto puede ser normal hasta cierto punto, pero también puede indicar una enfermedad renal crónica (ERC). Esta enfermedad es progresiva y se debe detectar a tiempo.
Si notas que tu gato mayor bebe y orina más, pierde peso, come mal o cambia de carácter, es momento de hacer un chequeo y posiblemente pruebas renales.
Hipertiroidismo y enfermedades hepáticas
Otras afecciones que pueden provocar un aumento en el consumo de agua son el hipertiroidismo y las enfermedades del hígado. Estas ocurren con más frecuencia en gatos de mediana edad o mayores. Los gatos con hipertiroidismo suelen tener hambre constante y perder peso, mientras que los gatos con problemas hepáticos suelen tener poco apetito.
Diabetes
La diabetes también es una causa común de beber y orinar en exceso en gatos adultos y mayores. La glándula pancreática no produce suficiente insulina y el azúcar en sangre sube. Esto genera sed excesiva y aumento de la micción.
Suele ocurrir en gatos jóvenes o de mediana edad con sobrepeso que comen principalmente pienso seco. Es fundamental diagnosticar la diabetes lo antes posible para tratarla adecuadamente. Retrasar el tratamiento puede tener consecuencias graves o potencialmente mortales.
Infecciones del tracto urinario (ITU)
Las ITU también pueden hacer que los gatos beban más agua. Son más comunes en gatos jóvenes y de mediana edad. Suelen orinar en pequeñas cantidades, a diferencia de las grandes bolas de orina de otras enfermedades.
Los gatos con ITU pueden estar incómodos o inquietos. Si notas estos signos, acude al veterinario, especialmente si es un macho, ya que puede tratarse de una urgencia médica.
Efectos secundarios de medicamentos
Algunos medicamentos, como esteroides y diuréticos, pueden aumentar la sed. Si tu gato está tomando un nuevo medicamento, pregunta al veterinario si la sed es un efecto secundario. El aumento del consumo de agua por medicamentos debe desaparecer al dejar el tratamiento.
¿Por qué mi gato orina tanto?
Los gatos que beben más también orinan más. Esto se debe a que, al consumir más agua, los riñones procesan más líquido, lo que genera mayor volumen de orina.
Cuándo acudir al veterinario por sed excesiva en gatos
Si tu gato bebe más de lo normal y no se debe a factores temporales como el clima o cambios en la dieta, es hora de ir al veterinario.
Si hay otros síntomas como pérdida de peso, letargo o cambios en el apetito, consulta cuanto antes. Llevar una muestra de orina al veterinario puede acelerar el diagnóstico.
Si tu gato macho tiene dificultad para orinar o solo lo hace en pequeñas cantidades, acude de inmediato al veterinario, ya que puede ser una urgencia.
Cómo diagnostican los veterinarios la causa de la sed excesiva
Durante la visita, el veterinario preguntará sobre el comportamiento de tu gato, su salud, hábitos alimenticios y del arenero.
Probablemente se recomendarán análisis de sangre y orina. En la mayoría de los casos, estos son suficientes. Si no, puede que se necesiten ecografías o radiografías.
Esto permitirá iniciar el tratamiento cuanto antes. Muchas causas de sed excesiva son enfermedades crónicas como la diabetes o la enfermedad renal, que requieren seguimiento continuo.
Tratamiento de afecciones que provocan sed excesiva
En gatos con enfermedad renal relacionada con la edad, el tratamiento se centra en controlar los síntomas, mantener el apetito y estabilizar los valores sanguíneos. El veterinario evaluará el estado según la guía de IRIS y propondrá un plan según la etapa de la enfermedad.
Los gatos diabéticos suelen cambiar a dieta húmeda alta en proteínas. Necesitan insulina y controles frecuentes de glucosa. Detectado a tiempo, algunos gatos pueden entrar en remisión y mantener niveles normales sin tratamiento por semanas.
Los gatos con hipertiroidismo suelen tratarse con metimazol, en pastillas o gel tópico. También existe la terapia con yodo radiactivo, que es efectiva. Los gatos toleran bien este tratamiento y solo deben quedarse en clínica unos días. Muchos se curan completamente.
Los gatos con enfermedad hepática requieren más pruebas antes de decidir el tratamiento.
Los gatos con infecciones urinarias o cristales pueden tratarse con antibióticos o con dieta específica.
Conclusiones clave
Varias enfermedades pueden hacer que los gatos beban en exceso.
Controlar con qué frecuencia beben puede ayudarte a notar cambios.
Nunca limites el acceso al agua a tu gato, salvo que el veterinario lo indique.